lunes, 2 de mayo de 2011

Patrimonio Socio-Cultural

Desde hace años se han impulsado políticas a nivel mundial que ayudan a mejorar la calidad de la educación a través de programas de formación o de ayuda formativa, tanto en el plano de la educación formal con medios audiovisuales y  enfoques más tecnológicos de los procesos educativos, como en el de la educación no formal.
Para ser más exactas, podemos señalar que a fines de los 60 y a principio de los 70 en E.E.U.U,  Canadá y Europa se empezaron a desarrollar programas educativos municipales, concretándose en los programas de “conocimiento de la ciudad”, los cuales dieron a luz  variados proyectos y materiales didácticos enfocados en convertir la ciudad en una gran fuente de saber, una especie de libro escolar, donde se podría ver a la ciudad como un instrumento didáctico que sustituiría las instrucciones del maestro, de algún libro o cualquier material de apoyo. La idea era estudiar viendo en concreto, in situ, el objeto de aprendizaje. Hay que tener en cuenta que una ciudad ofrece múltiples facetas que se pueden relacionar con contenidos curriculares, especialmente en el ámbito histórico- cultural, por ejemplo, al apreciar el desarrollo urbano de las urbes, podemos dar cuenta de las formas de vida de épocas anteriores a las nuestras, siendo, sin duda un gran instrumento para visualizar “contenidos” que tal vez dentro del aula no serán bien asimilados por los alumnos.
Teniendo en cuenta estos datos anteriores, es necesario mencionar que tanto la educación patrimonial como la ambiental encierran todo el desarrollo educativo conducido hacia la conservación y valoración del patrimonio socio-cultural, los que engloban fundamentalmente , los restos históricos, la arquitectura con un gran valor artístico y antropológico que suelen conservarse ya sea en museos, plazas o calles de algunas ciudades, siendo un legado visual y objetual, que marca la cultura de una comunidad.  

Pedagogía y Patrimonio Socio-cultural

Los objetivos generales que se persiguen en el origen de la educación patrimonial de tipo socio-cultural se centran, fundamentalmente, en significar y valorar todo elemento de valor histórico-cultural, con el fin de que puedan ser apreciados por sus receptores y por la comunidad. Los objetivos más particulares suelen  ser de tipo cognoscitivo y de tipo afectivo-emocional; el primero está centrado en dar a conocer los aspectos de la obra o del resto que se contempla. El segundo está orientado a la toma de conciencia y a la valoración de su existencia y de su pertenencia por parte de una comunidad determinada.
Principalmente dos realidades culturales o áreas del patrimonio socio-cultural de una comunidad dada  han obtenido mayor atención e interés por parte de la educación; nos referimos fundamentalmente a los monumentos de valor histórico, cultural y a los museos de las ciudades.
La educación patrimonial en su inclinación más socio-cultural se orienta por lo general a los estudiantes de las escuelas y centros educativos de una comunidad o ciudad, aunque también su aplicación es dada para  la población en general , igualmente para los turistas que quieran conocer los aspectos culturales que posee la localidad que están visitando.
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