Centro Nacional de Conservación y Restauración

El Centro Nacional de Conservación y Restauración (CNCR) fue creado en octubre de 1982, como consecuencia de un estudio diagnóstico que realizó el Gobierno de Chile a través de la Dibam, con el propósito de evaluar la situación del patrimonio cultural del país. El estudio contó con el apoyo técnico y financiero del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y UNESCO, el cual dejó en evidencia el atraso que tenía Chile en materias de conservación.

Esta organización es una unidad dependiente de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos, nació como un subdepartamento  que contó con un equipo inicial de cuatro restauradores en las especialidades de pintura, madera, papel y piedra. Su misión es prestar servicios especializados a la conservación y restauración del patrimonio cultural del país.

Como parte de su quehacer realiza trabajos de conservación y restauración de diversos objetos y bienes culturales, otorgando asesorías en la conservación preventiva a distintas instituciones. Paralelamente esta investigando sobre técnicas y materiales de los bienes patrimoniales.  Sus principales objetivos son: 

• Asesorar a las instituciones nacionales que conservan el  patrimonio cultural tanto en la formulación de proyectos como en acciones concretas de conservación.

• Promover la formación universitaria para fomentar la profesionalización de la conservación.
   
•  Promover un trabajo colaborativo entre arqueólogos, arquitectos, archiveros, bibliotecarios, científicos y conservadores con el fin de buscar nuevas y mejores soluciones para la conservación.

•  Formulación en proyectos pilotos para resolver problemas técnicos y metodológicos en situaciones similares y reales.

• Promover el intercambio profesional con entidades extranjeras e internacionales mediante asociación, convenios y programas conjuntos, impulsando con especial énfasis el trabajo cooperativo con entidades de América Latina y el Caribe.

•  Reunir y difundir información relativa al patrimonio y su conservación con el fin de proveer antecedentes actualizados sobre los bienes culturales, tanto a especialistas como a la población en general.

Por  último podemos decir que las nuevas instalaciones del CNCR abren nuevas posibilidades de desarrollo y constituyen una plataforma sólida para enfrentar los desafíos del siglo XXI, ya que fortaleces nuestra identidad a través de recursos patrimoniales que dan cuenta de nuestra riqueza e identidad.